Creo que las tardes de los fines de semana son doblemente angustiantes, una especie de figurita repetida de domingo. Más cuando te la pasás durmiendo. Cuando saliste y volverás a salir de nuevo.
Automaticidad. Así funciono. No me detengo a pensar las cosas porque viene un cúmulo de sentimientos a flor de piel: melancolía, extrañitis, miedo, miedo, miedo...
Y creo que cuando uno está cerca de algo, más lo anhela....
y como diría Claudio María Dominguez, ya dejamos de pensar en el aquí y ahora y nos precupamos por lo que vendrá. He aquí el error.
3 comentarios:
Envidia ! Vos por lo menos salís, yo tengo que estudiar ¬¬
Yo tuve un fin de semana de mierda, de viernes a domingo. Asique no comento nada al respecto. hahahaha
Que sabia tu amigo Claudio eh.. un saludo!
Nos quedamos pensando en el futuro y nos olvidamos que lo vivimos es el ahora.
Me siento identificada porque estoy sumergida en un montón de sensaciones similares que me ponen bajón. Será cuestión de poder afrontarlas y disfrutar de este presente!
Un beso:)
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